Por mal que nos pese nuestro laboratorio ciudadano se tiene que centrar en lugares donde la eclosion y el rápido crecimiento dio lugar a toda una suerte de teorías, algunas de ellas a buen seguro analizadas y comprobadas por sociólogos, antropólogos y urbanistas. Me refiero a las ciudades de EEUU de alta densidad y cultura urbana.
No tendrá que pasar mucho tiempo para que de la misma forma de que existen recetas de macroeconomía para un control de los grandes sistemas monetarios se sucedan a la practica de teorías cada vez mas comprobadas y políticas obsoletas en torno a un bien escaso como es el suelo.
Posiblemente muchos dirán que socializar el suelo no daría un resultado apetecido o que la especulación en su lado opuesto, incluyendo como tales a los grandes fondos de inversión que en los últimos tiempos de pavor han dado lugar a desbandadas en cadenas que ha obligado en muchos casos a bancos a congelar los rescates durante un periodo de tiempo hasta en tanto se pudiera realizar liquidez.
Pero lo que pudiera parecer un valor seguro con una rentabilidad garantizada y no expuesto a depreciacion como bien escaso es el suelo. A mi modo de ver podría ser la nueva revolución de este siglo. Si los inversionistas creían en bienes inmobiliarios, plantación de bosques, sellos o valores intangibles y materias primas como el oro o el petróleo. ¿Por que no fomentar desde los estamentos sociales apropiados una política adecuada de inversión de suelo como un bien escaso y suceptible de ser regulado como un valor seguro al igual que lo hace el soporte moneda?
Quizás podríamos pensar que seria un sistema democrático de socializar el suelo ateniéndose a los valores de libre mercado. Otros los mas ávidos ideólogos darían con un grito en el cielo a los nuevos especuladores del siglo XXI. ¿Pero hay alguna mejor manera de sacar al mercado bolsas de suelo sin caigan en manos de los mismos como moneda de cambio financiera y sin que caigamos en este estercolero de arquitectura en serie?
Por ende como muchos se han encargado de pregonar en su programa de liberacion del suelo como una forma alternativa a estudiar, como se dice aca al sur ¿muerto el perro se muere la rabia?
Hay ya figuras de entidades publicas como puede ser el caso de EPSA en Andalucia (Empresa Publica de Suelo de Andalucia) con un protagonismo en zonas de expansión y de construccion de viviendas de protección oficial que podrían ser punto de referencia obligada. Incluso actuando en reconstruccion de zonas degradadas.
La cuestión de apuntar en serie a un recurso escaso y convertirlo en un bien accesible a todos debe necesariamente incluir su compra en un periodo previo a su calificación urbana y para ello es necesario -de igual forma que se crean hipotecas sobre pisos a 35 años- incluir una forma de hacer liquido sobre los posibles inversionistas y marcar un diferencial mínimo para las entidades financieras en su recogida de beneficios. Por ultimo gran dilema de seguridad jurídica que se han dado tanto por su versatilidad, cambios caprichosos de criterios o retrasos inducidos de manera obligada por la complejidad de las figuras urbanas a dilucidar.
La teoria de futuro seria por tanto la creacion de fondos de reserva de suelo como un bien de regulacion delficil mercado y al mismo tiempo como una practica de planificacion estrategica que a la que los propios organismos publicos podrian recurrir con el fin de financiar una vision estrategica de la ciudad. Pero sobre todo y lo mas elemental una forma de abaratar las infraestructuras ya que se producirian por diversas intancias o iniciativas con un fin estrategico sostenible en el tiempo y tasado en cuanto a su inflacion de costes.