ENTREVISTA N_1:
David Herrera Chacana, arquitecto, equipo PQMB, Población Santa Adriana
«El PQMB ha generado una gran cohesión social»
10/12/08 – Lugar: Población Santa Adriana.
Su interés en ayudar a los demás llevó a David Herrera, arquitecto urbanista, y parte del equipo del Programa Quiero mi Barrio (PQMB) de la Población Santa Adriana, a sumergirse en la arquitectura comunitaria. Dice sentirse contento por el desafío y por el gran interés que han mostrado los vecinos, especialmente las mujeres. Sólo lamenta la escasa participación de los jóvenes.
Metapoli: ¿Cómo ha sido el tema de la participación ciudadana?
DH: Todavía es un escenario complicado. Yo creo que hay razones históricas, acá la cohesion social fue aniquiliada. Por ejemplo, tenemos organizaciones que participan, pero son muy pequeñas, o sea, de cinco personas, y una organización para que se pueda constituir como tal necesita de quince. Entonces creo que la poca participación de la comunidad viene de la idiosincrasia propia de nuestro país.
Metapoli: ¿Existe participación de los jóvenes?
DH: No como quisiéramos. Sólo el ocho por ciento del electorado entre 18 y 29 años está inscrito en los registros electorales, y eso nosotros también lo vemos en las reuniones, donde prácticamente todos son adultos mayores, especialmente mujeres, y esto se refiere a la historia de Santa Adriana, al tema de la olla común…
Metapoli: ¿Existe un perfil del participante?
DH: Sí, o sea, personas de menos de 30 años derechamente no participan. Que lleguen espontáneamente porque les interesa, no se da. Cuando elegimos el Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD), que es esta organización que se genera para que sea la contraparte de los equipos técnicos, ellos eligieron sus representantes en los cuatro sectores de la población (ver infografía), tres representantes de cada territorio, 12 vecinos, y de los doce vecinos, ningún joven. Nosotros les pedimos que incorporaran jóvenes, pero luego de insistir por meses, no llegaron.
Metapoli: ¿Qué han hecho para revertir este índice?
DH: Para sanar esta falta de participación juvenil, le encargamos a la consultora social del Observatorio Urbano de la Universidad Alberto Hurtado, constituir un Colectivo Juvenil, que decantó en la «Mesa de Agrupaciones Culturales», y en esa mesa tampoco hubo jóvenes, o sea, uno de los jóvenes más antiguos es Patricio Contreras, de Fuerzas Urbanas, que es un colectivo que hace música punk, pero él tiene 29 años. Entonces jóvenes propiamente tal no encontrarán participando en este programa.
Metapoli: ¿Y cómo ha sido para ti trabajar con distintos grupos de personas?
DH: En mi caso tenía algo de experiencia en el manejo de grupos, por el hecho de hacer docencia y hablar delante de 30 ó 40 alumnos. Eso te hace tener un tono de voz y una forma de conducir grupos, pero está claro que hay técnicas que uno no domina, por ejemplo, la resolución de conflictos. El cómo manejas una reunión cuando vez que hay dos vecinos peleándose, o insultándome.
Gestión arquitectónica
Metapoli: ¿Qué importancia le otorgas al tema de la gestión en un proyecto?
DH: Bueno, la gestión es la médula de esta labor, la gestión de proyectos urbanos, y en ese sentido nos hemos dado cuenta que la naturaleza del quehacer profesional en este programa no tiene que ver tanto con el diseño arquitectónico.
Metapoli: Y ¿cómo ves tú el tema de la gestión?
DH: Bueno, yo defino gestión como toda aquella actividad que tú realizas para llegar a un objetivo. Entonces, el proyecto de arquitectura es la primera piedra. Nosotros, con Gerson (Arquitecto, Equipo Santa Adriana, PQMB), hemos llamado al proyecto de arquitectura como una «herramienta de negociación».
La experiencia del Programa de Recuperación de Barrios es la de un arquitecto que no proyecta, sino que más bien dirige, conduce, orienta, e interrelaciona. Tú te conviertes en un agente de desarrollo local. Esa palabra es muy bonita, que tú te conviertas en un agente y no en un gerente, porque esto no es una empresa, pero si en un agente que gestiona desarrollo local, y ese desarrollo local tiene que ver fundamentalmente, con la gestión comunitaria.
Metapoli: ¿Se podría decir que el tema de la gestión es una deuda de las universidades?
DH: Yo creo que eso tiene que ver con el perfil de cada escuela y con el interés de cada estudiante. A mí, por ejemplo, siempre me interesó el tema de la superación de la pobreza. Yo creo que por lo mismo también me vinculé con la docencia, con esto de transmitir experiencia o de ayudar, porque cuando uno es profesor lo que quiere es ayudar, y el tema comunitario al final me fue dado por la experiencia; primero trabajé en el municipio de Conchalí, después en el de Pudahuel, y vine a decantar acá, pero desde los 12 años que llevo como arquitecto, siempre he estado con la comunidad.
Metapoli: ¿Se encontraron con problemas?
DH: Sí, otra complejidad que tuvimos, y que también generó un efecto un poco indeseado, es que por ser funcionarios del Ministerio de Vivienda la comunidad pensaba que veníamos a implementar la política habitacional con todos sus programas, y aquí hay mucha demanda de los subsidios relacionados con la protección al patrimonio familiar. Además, hay que reconocer las debilidades del programa en cuanto a la base informática previa. Nosotros éramos casi unos absolutos ignorantes de la población Santa Adriana, entonces llegamos algo así como arrojados al barrio, entonces estábamos medios deslocalizados, con un plan comunicacional inexistente, y con escaso soporte operativo, administrativo, y además teníamos que comunicarle a la comunidad que nosotros veníamos a esto (a la recuperación del barrio), y no a lo otro (mejorar la vivienda). Pero por una parte fue positivo, porque empezamos a reconocer el territorio desde la experiencia.
Metapoli: ¿A tu juicio, cuál es el aporte de este programa?
DH: Todavía es muy pronto como para medirlo y evaluarlo, pero yo creo que lo que podría impactar es lo referido a la cohesión comunitaria, a la activación comunitaria. Por ejemplo, llevamos más de 170 reuniones concertadas con la comunidad, lo cual te habla de rearticulación comunitaria. Sea para lo que sea, cada cuatro días nos estamos juntando con la comunidad, y no solamente nosotros, sino que también las consultoras que están trabajando con nosotros. Entonces la dinámica social finalmente impacta en los proyectos.
Metapoli: ¿Se podría decir que lograron que la comunidad hiciese su propio proyecto?
DH: Sí. Para los que lo han visto y lo han comprendido, si. Ese es uno de los éxitos de este proyecto, porque tiene soporte. Tiene soporte en el SERVIU, tiene soporte en la municipalidad, tiene soporte en la comunidad, y tiene soporte con nosotros. Cuando empiezas a ver que tiene una «pata coja», algún detractor, o gente que no piensa igual, se cae el proyecto.
Metapoli: Se puede asegurar entonces que en el futuro este proyecto tiene un buen soporte
DH: Si. Por lo mismo este proyecto está en etapa de licitación, y es la punta de lanza nuestra: son $5.000.000.000 millones de pesos, eso equivale a alrededor de 15 barrios vulnerables.
Metapoli: Son el barrio con mayor inversión en la Región Metropolitana, ¿Qué te parece?
DH: Por un lado es beneficioso tal nivel de inversión, porque es algo que requiere Santa Adriana, pero que también genera cierto grado de distorsión en la comunidad, tanto dinero. Imagínate lo que significa gastarse esa plata y gastarla bien, en obras.
Metapoli: ¿Y qué es lo que más demandan?
DH: Fundamentalmente infraestructura urbana, es decir, el mal estado de las redes, llámese pavimento, calles, pasajes, e iluminación en alumbrado público, eso, desde el punto de vista de la infraestructura. Lo segundo que nos mencionan es que hay un deterioro o un abandono por falta de mantención del equipamiento, llámese multicanchas, plazas, o sedes comunitarias. Lo tercero es el deterioro ambiental, que se expresa fundamentalmente en la presencia de microbasurales.
Entonces fíjate. Está el tejido urbano, el equipamiento urbano y el deterioro ambiental, y este último está muy ligado al tema del conflicto, a lo conductual. Eso uno lo podría modificar con cierto traspaso de educación.
Polígonos
Metapoli: ¿Existe una metodología de cómo definieron los barrios, más que enmarcarlos como polígonos?
DH: Los polígonos venían previamente definidos. Recuerdo que cuando trabajaba en el municipio de Pudahuel, a la Claudia Campudónico (arquitecta, Asesora Urbana de la comuna), le llegó un requerimiento de la SEREMI Metropolitana, para que propusiera un par de barrios para ser incorporados en un programa de recuperación de barrios (PQMB). Esto fue en el invierno del 2006. Yo llegué al programa en octubre de ese año. Entonces vi cuando desde la SEREMI llegó la consulta. No sé si operaron de la misma manera en todos los demás barrios, pero si sé que fue el municipio quién definió los polígonos, en particular en Pudahuel. Yo creo que fue así en todo.
Metapoli: ¿Y para la Santa Adriana, cuál es el origen de la definición del polígono? DH: En la Santa Adriana, hasta donde yo sé, no fue propuesta por el municipio. Santa Adriana es parte de la medida 30 del gobierno de la presidenta, que tiene una serie de medidas, creo que son algo así como 50, que van desde salud, educación, urbanismo…, Santa Adriana fue definida en el ministerio, por lo que me han dicho funcionarios municipales, no fue consultada en el municipio para ingresar al programa, por las complejidades que tiene. En algunos barrios fue el programa quien los definió, (que son los barrios emblemáticos), y en los otros fueron levantados por el municipio.
fuente imagen: Equipo PQMB Santa Adriana.
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Metapoli: ¿Qué es lo que hacen finalmente en Santa Adriana?
DH: Contribuir a reparar el tejido social. La palabra reparar la hemos cambiado por rearticular, porque reparar supone algo que está en una condición conflictiva, o que puede ser una patología, una enfermedad. Hemos dicho rearticular el tejido social porque el tejido social sí tiene sus atributos, sus condiciones favorables.
Como lo interpretamos, porque esto es la recuperación del hábitat residencial. ¿Y qué entendemos por hábitat residencial?, el entorno inmediato y entorno de barrio. En el entorno inmediato nos referimos a las calles y pasajes; que es la escala de espacio semi privado y público; en el entorno inmediato entendemos que son las plazas, parques y equipamiento, y ahí también entendemos que hay escalas que son distintas; la calle puede ser semi privada y pública, las plazas y parques son espacios públicos propiamente tal, pero el equipamiento nosotros lo denominamos como espacio colectivo, que no es público, porque en rigor el que va para allá, el que va a una sede comunitaria va con el afán de colectivizarse, en cambio el espacio público tu lo puedes habitar, recorrer o usar en cualquier momento por que es público.
Metapoli: La información que ustedes han catastrado ¿Estará a disposición de otros programas que a futuro vengan a operar a este barrio, como salud, o educación por ejemplo?
DH: Lo que pasa es que hay una componente que no está trabajada, que es una línea de financiamiento que en el modelo inicial del programa se pensó así, que es el tema de la intersectorialidad, es decir, cómo otros servicios públicos vienen para acá. Nosotros nos hemos vinculado con algunos y la experiencia más exitosa son dos viajes que hicimos con SERNATUR, en el que llevamos de vacaciones a adultos mayores. Son impactos súper pequeños, en el primer viaje fueron 120 personas y el segundo creo que fueron 42. Pero eso generó cohesión entre los adultos mayores. Ahora ellos se hacen visitas y se acompañan. Entonces ahí esta el tema de la red; esto que hablamos de revalorizar la trama, y rearticular el tejido… trama – tejido – red.
Nosotros creemos que estamos construyendo una red incipiente de vecinos que están colaborando con nosotros, y cuando nos vallamos, ellos se van a conocer, se van a ayudar, van a tener un trabajo colaborativo y asociativo.
Metapoli: ¿O sea, se podrían establecer redes con programas de otros ámbitos?
DH: Seguro. Nosotros algo de eso hemos hecho con algunas capacitaciones del SENAME y SERNATUR; tenemos una campaña de vacunación con la SEREMI de salud, hay un trabajo con Chiledeportes. Por ejemplo, la CONASET (Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito), nos orientó en el tema de reductores de velocidad en el proyecto de mejoramiento del espacio público, donde diseñamos algunos pavimentos y los texturamos para que se reduzca la velocidad. O sea, hemos tenido algunas experiencias. En el fondo, lo que nosotros estamos haciendo es levantar una línea de base en términos de información y datos. Y que debiera estar al servicio de otros servicios públicos.
A nosotros, como programa se nos está pidiendo que definamos una agenda futura, es decir, definir que es lo que viene para la Santa Adriana.
Yo creo que lo que viene es el «trabajo intersectorial», y si no está conducido por el Ministerio de Vivienda, en mi opinión, tiene serias posibilidades de ir al fracaso. Por que los que levantamos la base, quienes constituimos el vínculo con la comunidad somos nosotros. Quienes levantamos la demanda fuimos nosotros, entonces creo que la intersectorialidad tiene que estar conducida y dirigida por nosotros, pero con uno o dos servicios. No puedes traer toda la oferta pública para acá por que se saturaría, y no hay efecto sistémico.
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David Herrera Chacana |
ENTREVISTA N_2:
Gerson Mac Lean, Arquito Urbanista. Equipo población Santa Adriana, PQMB.
«Santa Adriana representa lo que es nuestra sociedad en los últimos 50 años»
15/12/08 – Lugar: Población Santa Adriana.
El arquitecto Gerson Mac Lean, miembro del Programa Quiero Mi Barrio (PQMB), de la población Santa Adriana, tiene literalmente la camiseta puesta. No se trata de un amor casual. Desde que el profesional está a cargo del programa ha tenido que aprender a vivir y convivir con lo que es el sector, con sus virtudes y defectos. Sabe que es un lugar complicado, estigmatizado, pero al mismo tiempo sabe que es un lugar rico en historia, con gente de esfuerzo y de lucha, que se supo poner de pie y resistir en los momentos difíciles de la historia reciente.
Es en este escenario que Mac Lean entrega su visión de lo que ha sido su trabajo en la población Santa Adriana, junto con enjuiciar la calidad de los arquitectos que egresan actualmente de las universidades.
¿Qué te parece la mirada barrial desde el Estado, pensando en que lo que predominado hasta ahora son las intervenciones referidas a vivienda?
– Yo creo que es muy importante que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo asuma su segundo apellido, porque tenemos que tratar de mejorar la ciudad desde su escala menor, que es el barrio. Ojalá esto fuera permanente, y se fuera remodelando barrio por barrio, más bien, generando impacto en las conductas, y con esto, generar integración entre un territorio y otro. Para eso se necesitan profesionales que lleguen a los barrios, para que cuando los habitantes de los barrios pidan multicanchas, sedes comunitarias, pavimentación de pasajes, uno, con mirada técnica, profesional, no construya las obras por las obras, sino que lo haga dentro de un proyecto urbano integral, para que no sólo mejores la cancha, la sede o el pasaje, sino el barrio en general.
¿Sientes que este barrio es uno de los más emblemáticos del programa?
– Para mi este barrio es más emblemático que Villa Portales. Por ejemplo, este último es un modelo arquitectónico nacido en Europa, que cobijó en su momento a una clase social que era casi burguesa. Una clase media acomodada, con empleo estable, etc., entonces, Villa Portales es emblemática porque representa un lenguaje arquitectónico, pero para mi representa el fracaso del Movimiento Moderno en una sociedad como la chilena.
Por el contrario, me parece emblemática Santa Adriana, porque representa los últimos 50 años de nuestra historia como sociedad. Representa la organización popular en los años 50 y 60, fue una de las tomas de terreno más emblemáticas de los sesentas. Después representó la represión por parte de la dictadura, con casos de detenidos desaparecidos entre sus habitantes, militares en la calle lanzando metrallazos a quien pasara, «sapeos» entre vecinos. Después, la lucha contra la dictadura: «cacerolazos», gente combatiente, la presencia del FPMR y el MIR y, por último, narcotráfico, violencia, vulnerabilidad social y económica, embarazos adolescentes etc.
Santa Adriana representa lo que es Chile. Le guste o no a la gente. Entonces, ¿cómo no me va a parecer emblemático?, si representa lo que es nuestra sociedad en los últimos 50 años.
Intervención urbana
¿Qué se debe hacer para tener una correcta intervención urbana de un barrio?
– Sería óptimo hacer un perfil demográfico del territorio. Ver dónde está la población más vulnerable, dónde se concentra la mayor cantidad de adultos mayores, dónde se concentra la mayor cantidad de niños, qué casas tienen internet, qué casas tienen automóvil, dónde vive la gente que trabaja en comercio, como obrero…, o sea, puedes tener 100 datos, y los 100 datos los puedes representar territorialmente. Ese tema me parece que acá se esta trabajando precariamente, muy poco riguroso.
Dada tu experiencia, ¿encuentras que se está trabajando en la forma correcta?
– Encuentro que está lleno de «funcionarios», o sea, un programa que trabaja en la recuperación de barrios está llevado por profesionales de las ciencias sociales, lo cual me es un poco contradictorio, porque se piensa que los arquitectos no son capaces de visualizar un territorio desde el punto de vista social. No lo sé, no sé por qué se piensa eso. Probablemente porque aún no hay un gran contingente de arquitectos que sí lo pueda hacer.
¿De quién es la responsabilidad?
– Yo creo que de los mismos arquitectos (no me voy a incluir), porque no se han hecho responsables de la ciudad. Se han hecho responsables de llenar la ciudad, pero no de la calidad de vida que se pueda dar en ella. Es contradictorio, porque el primer mandato de los arquitectos, como lo dijo Don Fernando Castillo Velasco, señala que «la arquitectura es velar por la felicidad de las personas», y la felicidad de las personas está determinada por la calidad de vida que tú le puedes dar en su entorno. ¿De quién es la responsabilidad?. Yo creo que no es de los asistentes sociales, no es de los sociólogos, es de los arquitectos, y es una responsabilidad que se ha dejado de lado, y el Colegio de Arquitectos ha hecho poco y nada para que los arquitectos asuman esa responsabilidad. Entonces es un tema de responsabilidades no asumida.
¿El costo de esta responsabilidad no asumida la tiene que asumir el Estado?
– Casi siempre la asume el Estado. Por ejemplo, el Programa Quiero mi Barrio es parte de los costos que ha asumido el Estado desde una mala política habitacional de 20 años. A la larga tiene que asumir costos por malas formas de ejecutar las cosas. El tema habitacional, desde el año 1979, cuando se promulga una Política de Desarrollo Urbano de corte neoliberal, determina al suelo como un producto de mercado, y se elimina el límite urbano, hace que Santiago se expanda por todas partes, pero lo lamentable es que desde el Estado se comienza a llevar población pobre, vulnerable, a estas zonas periféricas, sobretodo a las de la zona sur. Entonces, después es el mismo Estado el que tiene que asumir los costos de estas acciones, como la masificación de la delincuencia y la violencia urbana.
Se trata de un tema que va más allá del dinero, sino más bien de una buena gestión…
– Sí. Una de las cosas que sería bueno dejar instaladas es que se trata de un tema que no pasa sólo por una cuestión de recurso económico, sino también por una buena gestión y creatividad. Eso es compromiso, convicción. Nosotros hemos trabajado con convicción. Cuando planteamos las cosas no lo hacemos con dudas o temor, sino con la seguridad que estamos pensando en lo mejor. Entonces, cuando se invierte una gran cantidad de dinero en los espacios colectivos, ojalá éste sea bien invertido y genere impacto en el comportamiento de los que habitan dichos espacios.
¿Eso es más complicado cuando se trata de una intervención social?
– Sí, porque todo depende de cuánto se amplíen las redes con las que estamos trabajando. Nosotros no trabajamos con la población, sino con actores claves, con organizaciones claves. Esperamos que esas organizaciones tengan un efecto dentro de sus redes, pero eso va a depender mucho de cuánto prenda esto, de qué tan extensiva pueda ser la red. Todo el trabajo se va a la basura si a una niña le disparan en la calle…, cuando alguien es baleado, y muere, lo que viene es la vendetta, el enfrentamiento entre bandas, la venganza, es un tema delicado. Si va a haber algún cambio, yo me conformo que por lo menos sea a nivel institucional, en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
¿Crees que el CVD podrá seguir una vez que el programa se retire?
– El Concejo Vecinal de Desarrollo (CVD) se comenzó a juntar de manera independiente, por iniciativa propia, sin nosotros. Yo creo que ahí hay un gran avance, como es hacer responsable a un grupo de personas por temas objetivos. Por ejemplo, ellos redactaron una carta pidiendo que los recursos destinados para el Centro Comunitario Multipropósito, que es un equipamiento todavía un poco abstracto, le sacáramos un porcentaje de su inversión comprometida y se lo distribuyéramos a la inversión de las cuatro sedes comunitarias.
Otro ejemplo. Balearon a una niña y el martes el CVD redactó una carta dirigida a la Presidenta, pidiendo que la intervención del Quiero mi Barrio vaya más allá del Programa, es decir, que halla intervención social. Entonces, lo que hacen ahí, es asumirse como actores, como figuras.
¿A partir de la base catastral del programa podría servir para que otros programas operen en el barrio?
– Es lo ideal, de hecho, desde que llegué a trabajar en el Programa que se habla de un Plan Integral de Recuperación de Barrios. Integral está referido a cómo integras diversos programas o servicios que puedan llegar a un territorio.
¿Existe algún referente de acciones interdisciplinarias?
– En España se habla de la Zona de Intervención Concertada. En Francia lo tienen hace rato como ZAC. El tema concertado acá está más marcado en política por la Concertación, pero concertado es una palabra muy poderosa, muy bonita, porque está referido a que nos sentamos todos en una mesa en virtud de un proyecto común. Eso es concertarse. Es armar un equipo y que cada integrante tenga un rol asignado. Uno se encargará de coordinarlos a todos.
¿Cómo surgió el proyecto de Mejoramiento del Espacio Público en el barrio?
– En la actualidad, el proyecto plantea estimular la permanencia en el espacio público de manera de generar mayor encuentro vecinal. Sin embargo, este proyecto empezó por una petición puntual. La gente se quejaba del exceso de velocidad de los autos en los pasajes, por lo que pedían lomos de toros. Entonces ahí entra el criterio profesional. El lomo de toro es una solución mala, fea, poco estética, y que genera aposamiento de agua. Nosotros decíamos que había que generar un espacio público, de tal manera que los automóviles redujeran la velocidad en ciertos puntos. El cuento es que encargamos el proyecto a la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (CONASET), que son ingenieros, y nos sugirieron chicanas, cojines, lomos de toro: soluciones que no pudimos implementar, pero sí nos entregaron criterios de diseños.
¿Cómo cuáles?
– Por ejemplo, hay un actor, la CONASET, que nos entrega criterios de diseño en los cruces peatonales. Aparece un segundo actor, el director de pavimentación de SERVIU que nos entrega la visión «ingenieril», la del pavimento. Luego aparece un tercer actor, Asesoría Urbana de Providencia, debido a que para nosotros resultaba ser un modelo de espacio público a replicar: veredas continuas, esquinas paisajísticas, cruces seguros, etc.… seguido a esto, se involucra un cuarto actor, que el Departamento de Tránsito de la Municipalidad de Lo Espejo, quienes validan la propuesta a partir del conocimiento del territorio.
¿Qué conclusión sacas de todo esto?
– Que para lograr concertar a todos los actores que necesitas para llevar a cabo un proyecto, debes transmitir las ideas de manera clara y con mucha convicción de que los resultados serán los necesarios. Debes exponer tu propuesta de la manera más atractiva y convincente, y utilizando lenguaje simple pero con riqueza.
¿Cuáles fueron los siguientes pasos del proyecto?
– Pasado un tiempo, y luego de hacer la entrega definitiva a SERVIU, el proyecto se envía a Contraloría, después de aprobarlo en Mesa Técnica Regional y Nacional. Acá aparecen los que tienen que validar la inversión, dado que se trata de un proyecto de $5.000.000.
¿Cuáles son los proyectos clave que ustedes esperan dejar acá?
– Yo creo que el espacio público, porque los equipamientos deportivos y las sedes comunitarias es un tema políticamente correcto: hay que hacerlo, porque si uno habla de rearticular la organización comunitaria es obvio que tienes que recurrir a esos equipamientos. Pero con respecto al espacio público hay una cuestión de comportamiento y de concepción que tienen las personas en general sobre su entorno, porque lamentablemente, por una cuestión que va más allá de la marginalidad o la vulnerabilidad, los espacios públicos actuales no son necesariamente los mismos que demanda la gente. Lamentablemente el espacio público de ahora es el supermercado, el mall, o el cine…, bueno, y eso está medido acá en Santa Adriana.
Creo que debemos hacer acá es más bien «pedagogía del hábitat», generar conciencia de lo que te rodea, de tu entorno y cuando tú te haces conciente de que tu entorno es parte de tu hábitat, lo cuidas más. Es un trabajo de muy largo plazo, y se debe juntar a mucha gente.
«Las escuelas de arquitectura están más preocupadas
de captar clientes que de formar buenos arquitectos»
Con un discurso crítico respecto a lo que es la formación de los arquitectos, Gerson Mac Lean desmenuza por qué piensa que los nuevos arquitectos no salen bien preparados de la universidad.
¿Cuál es tu impresión de las escuelas de arquitectura en Chile?
– Creo que hay poco espacio para la reflexión urbana. El tema se está quedando mucho en la investigación de centros de pensamiento, incluso en sociología se está hablando más de urbanismo que en la propia arquitectura.
¿Qué se le puede decir al estudiante?
– Creo que un estudiante de arquitectura, si no sabe hacer un grafico, al menos debería saber interpretarlo. Que sepa leer datos estadísticos que ayuden a establecer un diagnóstico, y que el diagnóstico no sea eternamente la observación, que es en lo que se queda el arquitecto, en la observación, la poética, el lugar; el arquitecto volado, con el lápiz, croquiándolo todo, bonito, pero para intervenir la ciudad el croquis es malo. Tú tienes que trabajar con datos duros, estadísticos, aparte tienes que manejar dinero, y el dinero no es para votarlo, hay que invertirlo en lo más efectivo. Entonces tienes que priorizar con criterio, y el criterio de priorización no es el espacio, no es la poética, es el dato duro.
¿Cuál es tu visión de los egresados de arquitectura, visto desde tu experiencia en el programa?
– Yo he percibido, hasta el día de hoy, que no hay suficiente gente que esté llamada, o capacitada, para ser parte de esto, porque la idea no es que luego de seis años de estudio tengan que hacer un magíster de dos años en urbanismo, en hábitat residencial o en lo que sea, sino que ojalá ya lleguen con una visión urbana. Que sean capaces de leer lo que quiere la gente, leer el territorio desde distintas dimensiones, y no tener que enseñarles en el camino. Que sepan lo qué es una institución pública, lo que hace el SERVIU, una SEREMI…
¿Durante tu etapa universitaria hubo profesores que te marcaran?
– Sí, hubo dos. Un profesor que venía arribando desde Madrid, que traía muchas ideas nuevas, y con muchas cosas en temas de urbanismo, por lo que al taller le daba un enfoque totalmente urbano. Me dejó muy instalado que la arquitectura no era sólo el diseño de edificios, no era sólo la vivienda, sino que también era el edificio inserto en su contexto.
¿Y el otro? – El otro, lo que hizo fue aterrizarnos, hacernos entender que nosotros debíamos ser arquitectos para la gente, y sobre todo, me abrió un campo que es la arquitectura pública. Se dedicaba mucho a los concursos públicos: construir colegios, consultorios, licitaciones en general. En esta línea participamos en un concurso organizado por el Colegio de Arquitectos, en conjunto con el MINEDUC, llamado «Nuevos Espacios para la Reforma Educacional», en el que me gané uno de los premios, que era un viaje a Europa, lo que me cambió totalmente la óptica. Eso fue un punto de inflexión en mí. Yo, de estudiar arquitectura para el objeto, para la casa…, entendí finalmente que el tema era el urbanismo.
¿Cuál fue el principal descubrimiento en tu viaje por Europa?
– Ya titulado me fui a estudiar urbanismo a Bélgica, y ahí me encontré con que la formación es más bien referida al cómo generar urbanismo a través del trabajo interdisciplinario con distintos actores. Como te vinculas con los geógrafos, con los sociólogos, con los actores políticos, con la gente, y el vincularse con la gente necesariamente era con participación ciudadana.
¿Cuál fue tu impresión al regreso a Chile?
– Estuve dos años y a la vuelta me sorprendí, porque el tema urbano, que antes no era tema, ahora sí lo era, porque cuando me fui, (2002) el ex presidente Ricardo Lagos comenzó a extender el metro, a concesionar las autopistas, partió las obras Bicentenario…, y con esto el tema urbano se instaló desde la patología que generaba la infraestructura de transporte.
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Gerson Maclean |
ARTÍCULO:
Plan de gestión social para la población Santa Adriana.
La Población Santa Adriana es uno de los 86 Barrio de la Región Metropolitana de un total de 200 a nivel nacional, incorporados en el Programa «Quiero mi Barrio». El Programa en Santa Adriana, inicia su implementación en el mes de Septiembre de 2006, a partir de los primeros contactos entre el Equipo y la Comunidad.
La primera acción planificada con la comunidad, es la realización de un diagnóstico participativo, donde se convoca a los vecinos/as de todos los sectores a hacer un ejercicio orientado al reconocimiento de los principales problemas, necesidades y fortalezas existentes en Santa Adriana.
A partir de estos resultados y su posterior interpretación por parte del Equipo (diagnóstico compartido), se gesta un Proyecto Integral de Recuperación de Barrio, compuesto por un Plan de Gestión de Obras y un Plan de Gestión Social. Este último se considera fundamental para dar sentido y sustentabilidad a las mejoras físicas que se desarrollen en el Barrio.
El Plan de Gestión Social diseñado para Santa Adriana, se orienta a dar respuesta a determinados problemas de carácter social, pero relevando para este proceso las fortalezas, recursos y potencialidades de la Población. Para este fin se ha planteado el objetivo de Promover la Rearticulación del Tejido Social, entendiendo por ello, intencionar que los vínculos de los vecinos/as y de las organizaciones de los distintos sectores de la Población se fortalezcan y articulen, se configuren en una red comunitaria en pro de la recuperación de la Población.Es así como se han definido 4 ámbitos de intervención:
1. Participación y Fortalecimiento Organizacional.
Cuyo objetivo es:
Promover procesos de aprendizaje tendientes a la activación y autogestión de las organizaciones sociales de la Población, en el marco de la recuperación del barrio.Este Plan está orientado a Fortalecer la gestión del Consejo Vecinal de Desarrollo, organización que se constituye con la llegada del Programa, para representar y canalizar la opinión de los vecinos/as en el proceso. Se propone el desarrollo de capacitaciones que permitan consolidar su dinámica, potenciar su autogestión y fortalecer su liderazgo comunitario en el proceso de recuperación de la Población. A su vez, se concibe un Plan orientado a capacitar a las diferentes organizaciones de la Población en temas de interés que les permitan mejorar su gestión.
2. Bienestar Comunitario.
Orientado a:
Contribuir al fortalecimiento de factores protectores y al debilitamiento de factores de riesgo presentes en la Población. Este plan presenta dos líneas de intervención. Una de ellas focalizada en algunos establecimientos educacionales de la Población, centrando su objetivo en la prevención de determinadas problemáticas que exponen a los niños/as de manera más evidente y cotidiana. Para esto se desarrollarán talleres para niños/as, padres y apoderados y profesores, con el fin de contribuir al buen trato escolar, mejorar la calidad de la comunicación al interior de las familias y dotar de mayores herramientas de prevención a padres y apoderados.A su vez, este plan considera la realización de acciones recreativas durante los períodos de vacaciones, las que serán definidas, planificadas y ejecutadas de manera coordinada con organizaciones que trabajen con niños/as y con organizaciones deportivas de Santa Adriana.
3. Espacio Público y Medioambiente.
Promover el uso y cuidado del espacio público y el medioambiente por parte de los vecinos/as de Santa Adriana.Este plan centrará sus acciones en el desarrollo de campañas y talleres que promuevan prácticas de cuidado de los espacios públicos y del medioambiente.
4. Identidad y Cultura.
Reconocer y consolidar las Identidades locales y su expresión en los espacios colectivos de la Población.El propósito de este ámbito se relaciona con la revitalización de los espacios públicos de la Población a través de acciones culturales, que permitan darle nuevos usos a éstos y que promuevan el encuentro comunitario. …..Este plan se está implementando desde Diciembre del 2007 y ha centrado su quehacer en el trabajo conjunto con las organizaciones culturales de la Población, con quienes se han diseñado e implementado acciones culturales en los espacios públicos de la Población. A su vez, contempla un trabajo de recuperación de la memoria histórica de Santa Adriana, parte importante del patrimonio cultural del barrio.La implementación de este ámbito está a cargo del Observatorio Social de la Universidad Alberto Hurtado.
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Marcela Zuleta Pastor Daniela Denti Castañon |
ENTREVISTA N_3:
Entrevista a Carlos Estévez , Seremi de Vivienda y Urbanismo. Decepcionado por el lento avance en los trabajos de la población Santa Adriana dijo sentirse el Seremi de Vivienda y Urbanismo Carlos Estévez , quien espera que este año este indicador cambie. El profesional agregó que los vecinos juegan un importante rol a la hora de exigir sus derechos, por lo que los instó a tener una visión crítica y constructiva de las obras. |
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Metapoli: ¿Cuál es su opinión de los avances en la población Santa Adriana y en lo que respecta al PGS (Plan de Gestión Social)?
CE: Soy Seremi desde marzo de 2008, o sea, estoy cerca de cumplir un año, y lo único que te puedo decir es que lo que veo es que se ha demorado muchísimo en partir algo que hubiésemos querido que partiera antes.
Metapoli: ¿Qué porcentaje de adelantos ve?
CE: Si uno lo ve desde la perspectiva del porcentaje de las obras, de lo que está en el contrato de barrio, es un 9 por ciento. Mi propósito es que este año termine con un 60 por ciento (el contrato), y que en el eje de la intervención este año se puedan ejecutar $4.000.000 aquí, en obras.
Metapoli: ¿Cuál es el rol de los ciudadanos en esta tarea?
CE: Es clave, para que no ocurra acá lo que pasó con la plaza del adulto mayor. Dos cosas son clave: que los vecinos quieran lo que se está haciendo, porque muchos tienen un doble discurso, es decir, quiero, pero al mismo tiempo tengo un discurso agresivo, entonces dicen me van a construir esto, pero después dicen, «ahh, se va a derrumbar».
Metapoli: ¿Que consejo se les puede dar?
CE: A mi me cuesta entenderlo, entonces uno tiene que decir no, lo que usted tiene que hacer, si tiene ese temor, es pedir y exigir una reunión con el arquitecto, con el Serviu, pídala mediante el CVD, y que le expliquen cuáles son las bases estructurales de la obra. Por ejemplo, el sector D, sobre la sede, quizás hace falta socializar y difundir, pero que los vecinos se atrevan a preguntar directamente en vez de reclamar, «este es mi temor: ayúdenme a que yo no tenga este temor».
Metapoli: ¿Se pueden lograr esos cambios en tan poco tiempo?
CE: Es muy difícil lograr un cambio cultural en un año, porque finalmente lo que está detrás de esto es que los vecinos se pongan de acuerdo en lo que quieren, y que participen en el diseño. La tendencia de una consultora, de una empresa, es recoger lo que dicen y hacerlo a su modo, pero por otra parte los vecinos no son diseñadores ni arquitectos.
Metapoli: ¿Cuán importante es la participación en este proceso?
CE: La participación tiene que ayudar, pero es difícil para los que nunca han sabido trabajar con participación, no todos participan (eso estoy tratando de decir), entonces, hay empresas o nosotros mismo, que decimos sí, participación, pero hasta ahí no más. Por otro lado hay personas que son súper paternalistas y dicen «ya pues, háganlo rápido, y no, háganlo como queremos».
Metapoli: ¿Cómo se trabajó con los adultos mayores?
CE: Primero se les hizo una plaza, pero esta no se hizo pensando en el adulto mayor, ese es un grave error, pero por otra parte, tampoco los vecinos han sabido cuidarla. Por eso nos interesa mucho que todas las obras que vamos a hacer, las hagamos paralelamente con el PGS, el CVD y los dirigentes, con la idea de que se capaciten para cuidar y mantener sus obras, porque son suyas.
Mario Herrera García.
Imagenes: Fotografías: Mario Herrera y Equipo «Quiero mi Barrio», Población Santa Adriana.