La Fuente Mágica de Montjuïc, Poblo Novo y Torre Agbar

La Fuente Mágica es uno de los referentes más importantes de Barcelona. La fuente fue encargada a Carles Buigas, con motivo de la Exposición Universal de 1929. Su idea fue totalmente innovadora, incorporó movimiento en el agua y le añadió luz, color y sonido.

Creó la fuente como si fuera un río que nace al pie del Palacio Nacional y que en forma de aguas bravas se precipita montaña abajo hasta llegar a la Fuente Mágica, para acabar muriendo en el mar, en la avenida Maria Cristina.

He pasado por allí muchas veces pero nunca coincidió con el espectáculo. Por fin lo vi y me pareció único. Una simbiosis perfecta entre arquitectura, música, elementos y colores…Toda una clase de composición arquitectónica. Esta justo al lado del Pavellon de Mies para la Expo del 29.


Algún detalle de zona de Poblo Novo que tiene muchas particularidades, ademas de ser una zona de expansión, conserva todavía la mezcla entre la zona industrial y residencial, siendo un referente de la nueva arquitectura que se esta creando en Barcelona.


Algunas fotos tomadas desde una perspectiva donde se mezclan edificios incluyendo la Torre Agbar y la trama urbana.

Hasta hace poco el paisaje urbano barcelonés era dominado por el aún incompleto perfil de la emblemática Iglesia de la Sagrada Familia (algún día tendré que dedicarle un post), pero desde hace poco le ha salido un competidor: la Torre Agbar, diseñada por el internacionalmente reconocido arquitecto Jean Nouvel, en colaboración con el estudio barcelonés b720 Arquitectos.

Nouvel es el arquitecto francés más reconocido del momento, y ha sido reconocido con el máximo galardón en Arquitectura, el Premio Pritzker 2008 (los motivos por los que el jurado otorgó el premio se desmenuzan detalladamente vía Urbalis). Dueño de un sugestivo talento por el diseño interior y de un lenguaje arquitectónico que, si bien utiliza materiales como el metal y el vidrio, se presenta más refinado que el High Tech. Nouvel ha sido reconocido además con el premio “Grand Prix D’Architecture” en 1987 y el “Equerre d’Argent” por sus numerosos proyectos, tanto de carácter arquitectónico como interiorista. Es más, Brad Pritt ha llamado a su hija Shiloh Nouvel Jolie-Pitt, dado que el famoso actor norteamericano se declara admirador ferviente del arquitecto galo.

“Este no es un rascacielos en el sentido norteamericano de la expresión: es un desarrollo único en el medio de esta calmada ciudad”, dice Nouvel a propósito de su Torre Agbar. “Pero no es la esbelta, nerviosa verticalidad de las agujas y campanarios que salpican frecuentemente las ciudades horizontales. Es, en cambio, una masa fluída que ha perforado el suelo, un géiser bajo una presión permanente calculada”. Novel hizo ésta referencia a favor de su cliente, AGBAR, la compañía de Aguas de Barcelona.

La verdad es que la metáfora del un géiser me parece exagerada. Un géiser es un fenómeno temporal, de una siempre cambiante conformación etérea que dista mucho de la geométrica contextura del edificio de Agbar. Es más, muchos han asociado la forma de la torre con una bala, un supositorio, un dildo y no han faltado referencias fálicas. Para ser franco, la primera vez que la ví me figuré que fue pensada como una alusión a la nave principal de la Sagrada Familia, que tendrá una forma similar, pero no pude evitar pensar lo mucho que se habría divertido Sigmund Freud psicoanalizando a Nouvel.

Más allá de las metáforas, el hecho es que la Torre Agbar se yergue solitaria con sus 144.4 m frente a la Plaza de las Glòries Catalanes.

El concepto se basa en dos cilindros ovales no concéntricos coronados por una cúpula de cristal.

El cilindro interior contiene las circulaciones y los servicios y engarza las 31 plantas elípticas, las cuales se hallan libres de columnas.

El cilindro externo presenta dos pieles: una interior de concreto recubierta de una placa de aluminio y la otra compuesta de 59,619 placas de cristal, generando una colorida fachada de más de 40 tonos diferentes que asemejan un cuadro puntillista. Entre ambas membranas se genera un colchón de aire que facilita la ventilación del edificio.

La superficie de esta construcción evoca el agua: suave y continua, pero también vibrante y transparente porque se manifiesta en sí misma en colores profundos – inciertos, luminosos y matizados” continúa Nouvel. “Esta arquitectura viene de la tierra pero no tiene el peso de la piedra. Podría ser un eco lejano de las viejas obsesiones fomales catalanas, arrastradas or un viento misterioso desde la costa de Montserrat”.

Y es que es de noche cuando se convierte logra su mayor atractivo, convirténdose en un gigantesco farol multicolor. 4500 luminarias de diversos colores dan vida al espectáculo luminoso que la ha hecho famosa mundialmente. Utilizando un sofisticado sistema LED , el cual permite un mejor rendimiento lumínico y un matiz de luz más uniforme, a la vez que se optimiza el consumo de energía.

El interior de plantas libres y múltiples ventanas ofrece al usuario las visuales más preciadas en Barcelona mientras el trabajado colorido de sus ambientes más conspicuos -auditorios, cafeterías y oficinas- deja clara la destreza del proyectista tan reconocida en sus proyectos desde Lyon a Tokio.

vista de la sagrada familia

cafetería

Nadie puede negar que la torre se ha constituído en un importante referente en la memoria colectiva de la población, aunque a no todos los barceloneses les agrade. Y si bien no se puede negar la calidad en el diseño per se del edificio, me preocupa que éste vaya a ser el inicio de una tendencia que llegue a poblar Barcelona de rascacielos hechos de una fábrica menos talentosa que la deNouvel… sería una pena.

Para ver la torre Agbar cambiando de colores presiona sobre el video.


Scroll al inicio